viernes, 1 de julio de 2011

LAGRIMAS SALADAS






Las lágrimas son el sudor de la tristeza. No hay que avergonzarse de ellas, se suda cuando se siente calor y se llora cuando se siente, simplemente cuando se siente.
De entre todas las clases de llanto el mas salvaje es ese que le brota a uno del alma y que se sale por los ojos dulcemente, resbalando por la cara sin la ayuda de un gesto, de un gemido, de un suspiro. Ese llanto callado que como las olas del mar rompe al borde del párpado y se deja ir.
No importa que lo provoque, no importa de que emoción es hijo. Su prodigio es la exclusividad humana y su grandeza la imposibilidad de contenerlo.
¿Lloras?. Si lloras estas vivo, los muertos no lloran, si lloras el corazón y la mente van de la mano como los amantes apasionados que deben ser.
Me gusta la gente que ríe y la gente que llora con placidez. Ambas reacciones humanas son de idéntica belleza y jamas deberían verse supeditadas por la conveniencia o no de ser mostradas.
¿Que misterio tiene el llanto que no tiene la risa?. Porqué denostamos su puesta en escena y nos aflije contemplarlo en otros y no poder eludirlo en nosotros mismos.
Para muchos la debilidad es espejo del llanto. No es cierto, tampoco lo es la tristeza ni el dolor ni la rabia. La risa si es sinónimo de alegría, de excitación, de bulliciosa inquietud pero el llanto...
El llanto viene con el gesto del amado, con la impotencia de la ausencia, con la compañía del amigo, con el adiós definitivo de otras vidas, con otras cosas mas sencillas. El abrazo de un niño, el consejo del abuelo, la noche pasada de copichuelas, el detalle inesperado, la visita del azar, la recuperación de algo querido que perdiste en el descuido, la lectura del poema, la mirada al bello lienzo, la nube junto al sol, la luna blanca de entre toda oscuridad.
Bienvenidas y bienaventuradas las lágrimas que nos humanizan y nos quitan esa capa dura de esmalte que nos pintamos demasiadas veces.
Si te miro a los ojos y están húmedos y se desbordan a veces de su cauce es que sientes, no importa qué.